El significado del documental en los premios SIGNIS

 por: Maria Nuñez
Nota publicada en: 20 años de presencia de Jurados OCIC-SIGNIS en el 
                               Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 

 Las recientes premiaciones por sendos jurados de SIGNIS Argenntina, a los documentales, "Memorias de un escrito perdido", de Cristina Raschia, en el 18 Festival Latinoamericano de Video y Artes Audiovisuales de Rosario, y a "Broken Moon", de Marcos Negrao y André Rangel, en el Festival de Cine Migrante 2011, son ejemplos evidentes de los objetivos que motivan a la Asociación Católica Mundial para la Comunicación (SIGNIS), en las premiaciones cinematográficas
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Con presencia a través de jurados propios, ecuménicos o interreligiosos en más de 30 festivales en todo el mundo, incluyendo Berlín, Cannes y Venecia entre otros, SIGNIS destaca invariablemente a un cine orientado hacia valores humanos y espirituales. Y las respectivas fundamentaciones de las premiaciones señaladas a modo de ejemplo dan cuenta de ello fehacientemente: "Por su aporte a la memoria colectiva y demostrar que, mediante el esfuerzo solidario y la capacidad transformadora, es posible revertir hechos históricos y personales dolorosos convirtiéndolos en una experiencia superadora y creativa", fundamentó el jurado que premió a "Memorias"..., en tanto que "Broken Moon", fue distinguida por considerarse que,".. .el film unlversaliza los valores y las problemáticas de los migrantes, que por dramáticas situaciones en sus comunidades de origen se sienten obligados a ir tras una utopía de solución a sus necesidades"...


Y si bien, objetivos similares son tenidos en cuenta en el momento de premiar ficciones; el documental por sus características resulta el vehículo privilegiado para hacer foco en las cualidades que los premios SIGNIS intentan resaltar. En ese sentido, "4 de Julio", de Juan Pablo Young y Pablo Zubizarreta, Mención Especia! Signis de la sección Memoria en Movimiento, del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2007; además de constituirse en un lúcido y necesario documento sobre la masacre de los Padres Palotinos perpetrada por la dictadura militar en 1976, marca definidamente un rumbo testimonial, que junto a los criterios de diversidad cultural y diálogo entre los pueblos, son los pilares que han sostenido la presencia de SIGNIS urante dos décadas en el festival marplatense así como en el resto del mundo.
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