Se presentó el libro El asombro de pensarme. Crónica de una ostomizada, de Blanca María Monzón, miembro de SIGNIS Argentina.
Rodeada de familiares, amigos y profesionales de la salud, Monzón expresó su alegría porque su trabajo vea la luz y también su expectativa de que sea útil a la sociedad.
En primera persona, Blanca Monzón aborda un tema tabú. “Ostomía sigue siendo una palabra innombrable. Y yo decido exponerme”, escribe en las primeras páginas para comenzar su relato como paciente que ha tenido lo que comúnmente se denomina “un ano contra natura”. El libro no se queda en la crónica del tratamiento, Blanca María se permite “pensarse” desde un punto de vista subjetivo pero que al mismo tiempo permita proyectarse al lector/a sin prejuicios. Su objetivo es poder darle a otro/as parte de la compasión que otro/as le dieron a ella.
Luego de un diagnóstico de cáncer tardío, tras pasar por innumerables consultas que no aliviaban su padecimiento, Blanca recibió un tratamiento de quimioterapia y rayos, con los cuales se ilusionó haber finalizado esa etapa traumática de su vida, pero al poco tiempo el tumor volvió y la alternativa para sobrevivir fue extirparlo y ser ostomizada. “Elegí la vida”, dice la autora, mientras remarca que por aquel 2008 la palabra “ostomizada” era desconocida inclusive para su obra social y el estado argentino por entonces tampoco brindaba ninguna ayuda a las personas que habían transitado por esta intervención. Esto la llevó a ocuparse, con el acompañamiento familiar que destaca con fuerza, de buscar asistencia de modo personal para mejorar su calidad de vida. Lo hizo a través de profesionales, pero también recuerda lo útil que fue para ella contactarse con otra mujer que había vivido lo mismo, a pesar de que por cuestiones de distancia, debía comunicarse casi exclusivamente de manera telefónica para apoyarse en sus palabras y aprender de la experiencia ajena.
Experiencia personal.
Blanca Monzón no deja de remarcar que todo lo que cuenta es su propia experiencia personal, un relato subjetivo que espera ayude a otras personas que atraviesan una situación similar. Si bien desde diciembre de 2014 se estableció en Argentina la cobertura total de los dispositivos y elementos para todas las personas ostomizadas del país a través de la sanción de la Ley Nº 27.071, reglamentación impulsada por una legisladora informada y asesorada por una asociación reconocida a nivel internacional, el Grupo de Ayuda al Ostomizado, que funciona en la Argentina.
“De todas maneras, hay lugares de nuestro país a los cuales esta ayuda estatal no llega plenamente, hay provincias que no han adherido a esta ley nacional, en otras faltan grupos interdisciplinarios de profesionales para abordar el tema, y también los elementos como la imprescindible bolsa de ostomía que permite tener una vida normal”, comenta Blanca, para agregar “A nivel mundial hay numerosos deportistas de alto rendimiento que son ostomizados, esto no les impide realizar un deporte a gran nivel, de esta manera se demuestra que se puede retomar cualquier actividad de la vida previa a la ostomía. Esto se logra con ayuda, yo no dejo de agradecer a mi familia y a los profesionales que durante estos años me han permitido salir adelante”
A pesar de lo crudo que pueda sonar el testimonio reflejado en el libro El asombro de pensarme, Blanca Monzón invita todo el tiempo a la reflexión evitando exponer cuestiones personales que no ayuden a comprender, no busca el golpe bajo ni el exhibicionismo innecesario, apela a su mirada femenina consciente del padecimiento de los hombres también: “No hay que olvidar que el cuerpo de la mujer es un espacio de exigencia social y en consecuencia mujer y ostomizada, complejiza”, expresa, mientras alude también a las diferencias en cuanto a cifras sobre personas ostomizadas en el país que se pueden encontrar al buscar información en diferentes estadísticas, algo que también habla de cuanto falta aún por recorrer en este tema.
Blanca María Mozón es Licenciada en Filosofía y Letras, crítica de cine y curadora de arte. Es miembro de SIGNIS Argentina, se desempeñó como coordinadora del área de jurados y festivales de esta institución por años; Es parte de la Comisión Directiva de La Mujer y el Cine, y la Programadora de su festival. También fue directora del Departamento Audiovisual del Centro Cultural Borges durante 21 años.
El asombro de pensarme. Crónica de una ostomizada (Ediciones Del dragón) se consigue en librerías de Buenos Aires y a través de Mercado libre.