SIGNIS lamenta el fallecimiento de Pino Solanas.

SIGNIS lamenta el fallecimiento de Pino Solanas.

Cumplía funciones como embajador argentino ante la UNESCO, tenía 84 años y se encontraba internado desde hacía varios días con un estado de salud delicado a causa del COVID-19.

La noticia fue confirmada en la madrugada del sábado 7 de Noviembre por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina. ”Enorme dolor por Pino Solanas. Murió en cumplimiento de sus funciones como Embajador de Argentina ante la UNESCO. Será recordado por su arte, su compromiso político y por su ética puesta siempre al servicio de un país mejor. Un abrazo a su familia y amigos”, publicó la Cancillería Argentina en sus redes.

Nacido el 16 de Febrero de 1936, Fernando Pino Solanas fue uno de los grandes referentes del cine político argentino y latinoamericano. Había cursado unas pocas materias de Abogacía y Letras, pero sus estudios consecuentes tuvieron que ver  con el arte: piano y composición musical antes de egresar del Conservatorio Nacional de Arte Dramático en 1962, año en que realizó su primer corto Seguir andando, que participó en el Festival de San Sebastián. Luego de un segundo cortometraje, hizo una publicidad que resultó tan exitosa que en los siguientes tres años concretó unos 400 cortos publicitarios. Ese ejercicio intenso le permitió formarse en todas las áreas de la realización: dirección, cámara, fotografía, sonido, uso de la música.

En 1968 llegará La hora de los hornos, un film realizado junto a Octavio Getino, con quien funda el Grupo de Cine Liberación. El film, un fresco monumental dividido en tres partes, fue prohibido por el gobierno de facto que gobernaba el país en aquel momento y recién pudo ser estrenado en Argentina en 1973. Para entonces La hora de los hornos ya había recibido numerosos premios internacionales y sobre todo había sido exhibido de manera clandestina decenas de veces, con el formato cine debate, en diversos lugares del país, una militancia única que puso a Solanas y Getino a la par de los grandes referentes del cine político latinoamericano de aquellos años.

En 1975 presenta Los hijos de Fierro, y ante las amenazas de muerte y un intento de secuestro por parte de una nueva dictadura, al año siguiente se exilia en Francia, donde siguió filmando y participando activamente en la defensa de los derechos humanos.

Ya con el retorno de la democracia en Argentina, llegará Tangos. El exilio de Gardel (1985), film por el que fue galardonado en Venecia y La Habana, entre otros festivales, y en 1988 fue reconocido como Mejor director en Cannes por Sur.

Posteriormente inició su carrera política, que alternaba con nuevos documentales de denuncia, articulando su actividad cinematográfica con la de dirigente y legislador. Criticó y llevó a la justicia al gobierno de Carlos Menen por su impronta privatizadora y fue atacado a balazos por esa acción.

En 1994 fue pieza clave en la creación de la Ley de Cine en Argentina junto al Luis Puenzo, actual presidente del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales.

En 2003 presentó un nuevo documental, Memoria del saqueo, en el Festival Internacional de Cine de Berlín, donde fue reconocido con el Oso de oro por su trayectoria.

En 2005 recibió el Premio SIGNIS en el Festival Pantalla Pinamar por su documental La dignidad de los nadies, obra en la que recoge testimonios conmovedores de personas que resisten y enfrentan el desempleo y el hambre derivados del modelo globalizador.

“Se nos fue un grande, muy grande! Con su arte, nos legó su amor por nuestro país, especialmente por los más desfavorecidos. Merece un gran homenaje”, manifestó Isabel Gatti, presidenta de SIGNIS Argentina apenas enterada de la noticia del deceso de Pino Solanas.

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