Alamar

Alamar
Mexico
2009
Pedro González Rubio
Mención SIGNIS
Bafici 2010

la importancia de la figura paterna como presencia adulta que protege y al mismo tiempo abre al niño la puerta de la realidad humana -con la riqueza de las tradiciones heredadas- y con la naturaleza que nos rodea. Transmisión toda ella hecha en un caleidoscopio de gestos de la vida cotidiana; que permiten al niño ser puente entre dos mundos tan distintos entre sí. 

Año: 2009.
Director: Pedro González-Rubio.
Guionista: Pedro González-Rubio.
Protagonistas: Jorge Machado, Natan Machado Palombini, Néstor Marín, Roberta Palombini.

La trama:
Jorge es un joven pescador mexicano de viaje por Italia. Roberta, una italiana a la cual conoce en el viaje. Se enamoran y tienen a Natan. Pasan algunos años maravillosos y crían al pequeño juntos, pero luego de un tiempo, las cosas se hacen difíciles y aparecen las diferencias. Al darse cuenta que pertenecen a mundos distintos, deciden separarse.

Natan, que ahora tiene cinco años, se irá a vivir con su madre a Roma. Pero antes pasará un par de semanas junto a Jorge en Chinchorro, una de las cadenas de corales más valiosas del planeta. Allí, Natan aprenderá junto a su padre y abuelo sobre la vida y valores generacionales de los pescadores en un ambiente pacífico y armónico. También forjará un vínculo con su padre que lo marcará para siempre.

El director
Pedro González-Rubio es un cineasta mexicano nacido en Bruselas. Estudió en México y en la escuela de cine de Londres. Su ópera prima fue el documental Toro negro co-dirigida junto a Carlos Armella. Además de haber filmado él mismo Alamar "excepto las escenas sub-acuáticas, filmadas por Alexis Zabe", González-Rubio fue el director de fotografía en Nacido sin (2007) y Flores en el desierto (2009).

Luego de trabajar intensamente en su primera película sobre una temática relacionada con la muerte y la ausencia de afectos, ésta vez da un giro enorme para concentrarse en el amor, la vida y la luz. Él no define la línea entre documental y ficción, pero su estilo se posiciona cercano al documental. Y con su atrevimiento ha ganado premios en el festival de Rotterdam 2010, BAFICI, Miami, Morelia, Havana y otros.

El paraíso
El Banco Chinchorro es una cadena de arrecifes de coral en México, la segunda más grande del planeta. El atolón mide 70 kilómetros de largo por 25 de ancho, y cuenta con una gran barrera de coral de 20 metros, totalmente sumergida. Viven en este valioso ecosistema variedades de algas, rayas, caracoles, tortugas, esponjas, peces y hasta delfines. El banco es protegido por la Comisión Nacional de Áreas Naturales de México.

Para González-Rubio esta locación no es simplemente un paraíso poético en el cual filmar. Es un símbolo no sólo del valor que le debemos dar al planeta y sus recursos naturales, sino también una especie de "volver al vientre materno", como si los personajes que viviesen en esa reserva estuviesen en el núcleo mismo de la madre tierra. Para Jorge y Natan este viaje trascendental también marca separación y crecimiento, como si Jorge le diese el alimento necesario para que Natan se eche a volar.

Cruzando la línea
Además de su experiencia en las escuelas de cine, Pedro González-Rubio aprendió el proceso de la creación de ficción en el set de Babel (2006), de Alejandro González Iñárritu. Pero para Alamar optó por una forma de ficción alternativa: armó una escaleta, consiguió los personajes, y luego dejó que la historia se desarrolle sola, que fluya. Hasta ha confesado a la revista Time Out que no tiene respuestas a las preguntas como "dónde está la estructura, o la historia". Es otro lenguaje el que intenta utilizar. Y lo hace muy bien.

Los dos actores principales "en los roles de Jorge y Natan" son verdaderamente padre e hijo. Muchos elementos que vemos son reales y fidedignos, sin embargo la película parte de hechos parcialmente inventados. Es una manera maravillosa de jugar con la línea que divide documental de ficción: "hagamos de cuenta que... ahora muéstrenme su vida real basados en esa premisa." Entonces nos preguntamos "¿son en realidad o no"", "¿es esto documental o ficción"", y la respuesta es simple como la película misma: no importa. Porque la impecable cinematografía, el lugar paradisíaco y la conexión entre Jorge y Natan están por sobre todas las teorías de cine.

Por Pablo Goldbarg, Guía de About.com

Contáctate ahora con la Asociación Católica Mundial para la Comunicación